Aumento de tarifas: cuánto se lleva el Estado a través del IVA

Lejos quedó atrás el tope de 9% de aumento que había impuesto Cristina Fernández de Kirchner

Lejos quedó atrás el tope de 9% de aumento de tarifas que había impuesto Cristina Fernández de Kirchner. Las subas promedio de energía eléctrica y gas para el segmento más alto serán de 56% y 88%, respectivamenteLejos quedó atrás el tope de 9% de aumento de tarifas que había impuesto Cristina Fernández de Kirchner. Las subas promedio de energía eléctrica y gas para el segmento más alto serán de 56% y 88%, respectivamente

Con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, pareciera que ahora puede hacerse lo que no se pudo durante 2 años y medio con Martín Guzmán: aumentar las tarifas. Lejos quedó atrás el tope de 9% de aumento que había impuesto Cristina Fernández de Kirchner. Las subas promedio de energía eléctrica y gas para el segmento más alto serán de 56% y 88%, respectivamente. Para los usuarios de ingresos medios, se tendrá en cuenta el consumo y la zona geográfica.

Al igual que como sucedió con el aumento de tarifas generado por Juan José Aranguren bajo la Administración Macri, hay una creciente preocupación por el impacto que esto va a tener en el bolsillo de los ciudadanos y en los precios, aunque con algunas lágrimas menos que en aquella oportunidad. Esta preocupación deja de lado un aspecto clave que podría mitigar el aumento en las tarifas, que son los impuestos. Concentrándonos en los impuestos nacionales, las tarifas de energía tienen una alícuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de entre 21% y 27%, aunque puede llegar a superar el 40 por ciento.

Las tarifas de energía tienen una alícuota del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de entre 21% y 27%, aunque puede llegar a superar el 40 por ciento

En algunos casos se da una dinámica que roza lo confiscatorio. Un usuario recibe su tarifa de energía eléctrica. A lo que debe pagar de consumo, se le agregan impuestos locales, que pueden superar el 7%, y el impuesto de Ley 25.413. A ese total, se le adiciona el IVA.

Si el usuario es “no categorizado”, se le cobra un IVA del 27% pero no termina ahí. A ese total, que ya incluye impuestos locales y nacionales, se le agrega una percepción de IVA adicional del 13,5%. Paga impuestos sobre impuestos. Es decir que, si consume por $100, va a pagar $55,9 adicionales de impuestos.

Si el usuario es “no categorizado” por la AFIP, se le cobra un IVA del 27% pero no termina ahí. A ese total, que ya incluye impuestos locales y nacionales, se le agrega una percepción de IVA adicional del 13,5%. Paga impuestos sobre impuestos (Adrián Escandar)Si el usuario es “no categorizado” por la AFIP, se le cobra un IVA del 27% pero no termina ahí. A ese total, que ya incluye impuestos locales y nacionales, se le agrega una percepción de IVA adicional del 13,5%. Paga impuestos sobre impuestos (Adrián Escandar)

Cabe analizar, entonces, cuánto representa lo que pagamos de IVA en las tarifas en la recaudación total. Se trata de una estimación realizada a partir de las ventas de los servicios de energía (gas, energía eléctrica y agua) que fueron gravadas con este impuesto, puesto que todo se traslada luego al cliente al abonar la tarifa final.

La recaudación de IVA referida a las tarifas energéticas fue creciendo desde el 2013 sin importar cómo se la compare. Entonces representaba el 1% del monto final recaudado por la AFIP; pero para 2019, ya representaba casi el 7%. El pico llegó en 2018, cuando rozó el 8 por ciento.

Como porcentaje del total ingresado por IVA neto de devoluciones, en 2013 el peso de los recaudado en tarifas era del 4%. Para 2019, ya era del 24,5 por ciento

Como porcentaje del total recaudado en concepto de IVA neto de devoluciones, en 2013 el peso de lo ingresado a través de tarifas era del 4%. Para 2019, ya era del 24,5%, multiplicando más de 6 veces su peso. Es decir que casi $25 de cada $100 que se recaudan de IVA, corresponden a las tarifas de energía.

Cabe analizar también a estos impuestos como porcentaje del PBI, donde también se observa un crecimiento significativo. En 2013 representaba el 0,3% del PBI pero para 2019, ya había alcanzado el 1,8% del PBI.

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Es importante destacar que en todos los rubros se observa una caída de 2018 a 2019. Esto puede darse debido a que el grueso del aumento de tarifas en la presidencia de Mauricio Macri fue justamente en ese período y el consumo de la ciudadanía mermó para cuidar su bolsillo. Podríamos incluso aventurarnos en indicar que una parte importante del crecimiento de la recaudación del IVA en las tarifas se da porque la población fue muy descuidada con el consumo de energía debido a su bajo costo, situación que se está dando en estos días. Desafortunadamente, la fuente de estos datos, brindada por AFIP dejó de difundirse en 2019.

La tremenda estafa que representan los subsidios a la energía es una muestra palpable de la frase “El Estado te quiebra las piernas y luego te regala la muleta”

Hay un dato adicional que desnuda la tremenda estafa que representan los subsidios a la energía, una muestra palpable de la frase “El Estado te quiebra las piernas y luego te regala la muleta”. En 2019, los recaudado en IVA por tarifas a la energía representó el 1,8% del PBI. Sin embargo, de acuerdo con FIEL, los subsidios a la energía en 2019 representaron 1,1% del PBI. Es decir que el Estado recaudó más con las tarifas de lo que destinó en subsidios a las tarifas.

Oportunidad para incentivar inversiones

Los aumentos de tarifas no deberían tener como principal finalidad la reducción del déficit fiscal, sino el aumento de beneficios de las empresas que explotan estos servicios, para que ese aumento se traduzca en inversiones. La energía es un recurso estratégico y debe ser tratado como tal, constituyendo una verdadera política pública que trascienda los gobiernos. Esto no significa que la gente deba pagar tarifas extraordinarias.

De base, el Estado nacional podría eliminar el IVA en las tarifas y, en el caso de CABA, la contribución municipal que afecta a los servicios eléctricos y no puede ser eliminada por la administración local, para así aumentar la tarifa entre 21% y 40% según el cliente, sin que esto cambie la situación del bolsillo de los ciudadanos.

El equilibrio fiscal es importante, pero no se puede llegar a él a costa de esquilmar a los ciudadanos para mantener a un Estado elefantiásico e ineficiente. Si realmente se le desea dar un alivio al ciudadano, pagador serial de impuestos, que ajuste el Estado.