Las distribuidoras deben $425.000 millones a la administradora del mercado mayorista; debe salir a recuperar recursos si el Tesoro le corta el financiamiento
CORDOBA.- “No hay un mango más”. La advertencia llegó de boca del ministro de Economía, Sergio Massa, a las autoridades de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), una pieza clave del sistema energético argentino.
Si, efectivamente, el Tesoro no le pasa más recursos, a la empresa no le queda otro camino más que empezar a cobrar los más de $425.000 millones de deuda que mantienen con ella las distribuidoras de todo el país, como Edenor y Edesur. Cammesa, además, acumula un rojo de unos US$1500 millones con las generadoras, que producen la electricidad.
La generación de energía, salvo el caso de las hidroeléctricas binacionales y de las centrales nucleares, está en manos privadas (como Central Puerto o Albanesi, por ejemplo). “Si no retribuye ese insumo y se empieza a acumular deuda, dejarán de generar”, apunta el exsecretario de Energía, Emilio Apud.
Carlos Gonzalo Soriano es el nuevo responsable de Cammesa, quien deberá iniciar el proceso de recuperación de deudas pendientes. Lo que la empresa no cobra es cubierto con subsidios por parte del Estado; según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración (Asap), los subsidios energéticos acumulados a junio (último dato disponible) fueron $ 764.483 millones, 116% más respecto de igual período de 2021.
Cammesa lideró las transferencias con $521.310 millones, lo que implica un aumento de 121% internual. Se quedó el 68% de los fondos ejecutados. A julio, Edesur y Edenor concentraban el 43,3% del total y las empresas distribuidoras y cooperativas de Buenos Aires representan otro 19,7%.
“Se ha hecho uso y costumbre no pagar a Cammesa -señala a LA NACION una fuente del sector eléctrico-. Ya ni siquiera se tiene en cuenta si hay tarifa o no, pero lo cierto es que las deudas no se cancelan”.
La referencia a las tarifas es que su congelamiento sería el origen de la morosidad; pero fuera de Edenor, Edesur y las distribuidoras de Buenos Aires, el resto de las empresas y cooperativas del país fueron actualizando el Valor Agregado de Distribución (VAD).
Hace más de un año el Congreso aprobó una “moratoria” para que las distribuidoras regularizaran deudas con Cammesa que, en ese momento, era de unos $123.000 millones. Ya se multiplicó por tres. No pagarle a la administradora del mercado es la forma de cubrir los costos de operación y hacer inversiones básicas.
Todavía ahora no están reglamentados los decretos que, el 22 de febrero pasado, establecieron la prórroga hasta el 31 de diciembre del Régimen Especial de Regularización de Obligaciones para las deudas con Cammesa. El esquema que se promueve contempla hasta 96 cuotas mensuales, hasta seis meses de gracia y una tasa de interés equivalente de hasta 50% de la vigente en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). El decreto reemplazó los artículos 140 y 145 del proyecto de presupuesto 2022, que no fue aprobado en el Congreso.
En el proceso de cobro que encaró Cammesa ante la advertencia de Massa, embargó, por ejemplo, en $4 millones a la Cooperativa de Zárate, pero desde el sector le reclamaron que frene esas acciones hasta tanto se reglamente la moratoria.
Las fuentes consultadas por LA NACION coinciden en que, seguramente, habrá un trato diferenciado con Edenor y Edesur, al menos hasta que el Enre le autorice una mejora en la tarifa que está en análisis.
Apud ratifica que si las distribuidoras no actualizan el VAD “lo que les queda es no pagarle a Cammesa” y enfatiza que, entonces, lo que se recorte de subsidios, por un lado, se termina dando “de manera indirecta por otro” por las transferencias a la administradora. “La señal que tendrían que dar es actualizar tarifas”, definió.
Fuente: Diario La Nacion