La firma italiana dio a conocer hoy su plan de trabajo para el período 2023 – 2025. Contempla la venta de todos los desarrollos que poseen en Argentina y Perú. En el caso de la hidroeléctrica del río Limay, aguardarían a la finalización de la concesión, en el segundo semestre del año que viene.
Si bien en el comunicado no se brindaron mayores precisiones, la nota de prensa que se distribuyó inicialmente en Italia con motivo de la hoja de ruta de la compañía para el 2023 – 2025, da cuenta de que el grueso de las desinversiones -o ventas- planificadas, se estarían concretando antes de fines del año que viene.
En concreto, Enel anunció que «en 2023-2025 el Grupo prevé una mayor racionalización de su estructura, saliendo de algunos negocios y geografías que ya no están alineadas con su estrategia«. Y detalló que «este programa general de desinversión es un componente integral del plan para remodelar el Grupo, maximizando el valor para los accionistas».
Junto a la salida del negocio del gas en España, fuertemente golpeado por la disparada de los precios internacionales, la firma enumeró entre su plan de desinversión la venta de activos rumanos, activos en Ceará (Brasil) para aumentar el enfoque en las redes de distribución en las megaciudades (Río de Janeiro y San Pablo) y pormenorizó que «en Latinoamérica, el Grupo espera salir de Perú y Argentina«.
La semana pasada el gerente general de la empresa, Daniel Garrido, indicó en declaraciones a Río Negro la intensión de la firma de apostar a la renovación de la concesión de la hidroeléctrica El Chocón – Arroyito, cuya concesión vence en agosto del año que viene. Sin embargo, el comunicado de hoy traza un camino diametralmente opuesto, al hablar de la salida total del país de la compañía.
Además de esa central hidroeléctrica, Enel cuenta en Argentina con dos grandes centrales térmicas, Generación Costanera y Dock Sud, en donde es accionista con el 40% del paquete. En tanto que el mayor impacto estará en la salida de Edesur, la distribuidora del sur del AMBA que cuenta con nada menos que 2,5 millones de usuarios.
No es una novedad que las distribuidoras eléctricas bajo la jurisdicción nacional (Edesur y Edenor) acarrean un atraso tarifario significativo que explica en gran medida la cantidad de cortes de suministro registrados en cada año.
Según las últimas estimaciones, Edesur tendría una deuda de 77.000 millones de pesos con Cammesa por la energía comprada, siendo la misma una de las más abultadas del total de más de 350.000 millones de pesos de mora que registra el segmento con la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico.
Con la venta de activos, Enel espera sumar un fondo de 21.000 millones de euros, que le permitan además morigerar el nivel de deuda neta de la compañía, para pasar de los actuales 69.000 millones de euros a solo 51.000 millones.
Fuente: https://www.rionegro.com.ar/