La cifra fue estimada por EconoJournal luego de conversar con diversos consultores y empresarios del sector y contempla los sobrecostos que se pagaron por Importación de Combustibles , gasoil, Gas Natural Licuado o energía eléctrica cuando había disponibles alternativas más económicas para abastecer el mercado interno.
La falta de coordinación en el área energética ya le costó al Estado más de 270 millones de dólares en lo que va del año. La cifra fue estimada por EconoJournal luego de conversar con diversos consultores y empresarios del sector y contempla los sobrecostos que se pagaron por importar gasoil, Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) o energía eléctrica cuando se podrían haber encontrado soluciones o alternativas más económicas para abastecer el mercado interno.
Los especialistas coinciden en que esa erogación adicional podría haberse evitado si las distintas dependencias del área energética trabajaran de manera cohesionada y no atravesadas por múltiples internas políticas que han llevado en muchos casos a tomar decisiones sin la coordinación previa que debería existir entre Cammesa, la compañía que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y la empresa estatal Enarsa y la propia Secretaría de Energía, que dirige Darío Martínez. Desde una óptica superficial podría decirse que en todos los casos son áreas que están conducidas por funcionarios referenciados en el cristinismo, pero con un mayor grado de detalle se observa que existen múltiples fricciones y desavenencias entre los actores involucrados.
Cammesa y Enarsa están controladas por directivos que responden políticamente al subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, que mantiene una convivencia forzada con Martínez pero que en los últimos tiempos tuvo varios puntos encontrados con el funcionario neuquino. Lo que sigue es un detalle de cómo se llegó a estimar esos 270 millones de dólares de sobrecosto.
Exportaciones de gas natural en firme
La Secretaría de Energía autorizó en 2021 exportaciones firmes de gas a Chile durante el período de verano a las que originalmente había dispuesto en el Plan Gas. Esa autorización no contempló la obligación de que los productores aumentaran su inyección comprometida para cubrir la demanda de Cammesa. Debido a eso, si bien durante varios días del verano que pasó existió capacidad de transporte disponible traer más gas desde Neuquén hacia Buenos Aires, no se pudo utilizar ese gas porque se estaba exportando hacia Chile. Los especialistas consultados estimaron que entre enero y abril, al menos 2 MMm3/día de gas natural que se exportaron a Chile podrían haber abastecido la demanda de Cammesa para generar electricidad. Pero como eso no ocurrió, la empresa que lidera Sebastián Bonetto, uno de los colaboradores más cercanos de Basualdo, terminó teniendo que importar gasoil por un precio mayor al de esa exportación de gas natural. En su momento, la situación provocó un acalorado cruce entre Basualdo y los funcionarios de la Secretaría de Energía que responden a Martínez. El subsecretario de Energía Eléctrico reclamó que la Subsecretaría de Hidrocarburos, que dirige Maggie Videla Oporto, corte las exportaciones en firme a Chile, pero finalmente eso no ocurrió porque se optó por priorizar la reconstrucción de la confianza y la relación comercial con el país trasandino. El sobrecosto que generó la desinteligencia fue de aproximadamente 120 millones de dólares. La cifra se estimó considerando el precio de exportación del gas para demostrar el déficit de divisas que ocasionó la medida y el costo real de compra del gasoil para esos meses. No obstante, si el gas no se hubiera exportado, Cammesa hubiera terminado comprando ese fluido a un precio menor al que se exportó. Si el sobrecosto de calculara tomando en cuenta el precio que hubiese pagado Cammesa (que está definido en el Plan Gas.Ar), la cifra hubiera trepado a 150 millones de dólares, aunque los 30 millones adicionales no hubieran tenido que desembolsarse en dólares sino en pesos.
Compras de LNG en mayo
La compra de LNG en mayo implicó un sobrecosto de 100 millones de dólares en lo que va de 2022 porque se realizó sin considerar la diferencia de precios con el gasoil. En ese momento el LNG tenía un costo muy superior al del gasoil. Por lo tanto, si se hubiera comprado gasoil se podría haber evitado la compra de 3 buques de LNG (2 en Escobar y 1 en Bahía Blanca). Los especialistas consultados afirmaron que la diferencia entre el costo real de esos tres buques publicado por Enarsa y el costo estimado de compra del gasoil del mes de mayo (900 dólares por metro cúbico) suma los 100 millones de dólares adicionales. Es importante destacar que esa diferencia existía al momento de la compra en función de los futuros de cada producto. En valores unitarios, el LNG importado en mayo terminó costando en promedio 39,3 dólares por MMBTU y el gasoil sustituto hubiera costado 26,4 dólares por MMBTU.
Gasoil importado en junio
La compra de gasoil en junio implicó un sobrecosto de 15 millones de dólares porque se realizó sin considerar la diferencia de precios con el LNG. En este caso, los precios eran inversos a lo detallado en el punto anterior. Es decir, el costo del gas era más económico que el del gasoil. Sin embargo, se decidió no completar la totalidad de las ventanas de LNG y se debió consumir más gasoil para sustituirlo. El sobrecosto se estimó tomando en cuenta los precios reales de Escobar. El precio promedio del LNG de junio fue de 28,58 dólares por MMBTU y el costo aproximado del gasoil adquirido por Cammesa fue de 32,31 dólares por MMBTU. Por tal motivo, hubiera sido conveniente completar todas las ventanas de Escobar comprando seis buques más de GNL en lugar de gasoil. Enarsa recibió incluso ofertas muy competitivas para algunas de las ventanas que no se compraron y las rechazó por condicionamientos menores de las ofertas, que fueron informados por EconoJournal.
Importación de energía eléctrica de Uruguay
El sobrecosto estimado por importar en junio energía eléctrica en lugar de gasoil es de 8 millones de dólares. El cronograma de buques de LNG para junio fue definido a fines de abril. En función de ese cronograma, Cammesa debería haber adquirido gasoil adicional, pero no hizo. Por tal motivo, sobre fines de junio se quedó sin stock de gasoil y comenzó a importar energía eléctrica de Uruguay a un costo de 290 dólares por megawatt por hora (MWh). Si Cammesa hubiera programado correctamente las compras de gasoil, se hubiera ahorrado 70 dólares por cada MWh importado considerando el costo de generar con gasoil en Ciclos Combinados. Hasta comienzos de esta semana se llevaban importados cerca de 120.000 MWh (datos estimados en función de publicaciones de CAMMESA) y es posible que continúe unos días más, aunque ese sobrecosto adicional no fue estimado.
Compras de gasoil sin plazo adecuado
El sobrecosto en este caso fue de casi 28 millones de dólares. En el caso de las compras de gasoil, el plazo mínimo ideal que favorece la competencia es enviando los tenders con 45 días de antelación a la fecha de entrega. En este caso, por falta de coordinación interna, Cammesa viene incumpliendo sistemáticamente ese plazo, lo cual implica que tenga menos ofertas y por ende mayores precios ofertados. En función de información de mercado relevada, se estima que el sobrecosto promedio (sobre todas las compras realizadas) rondaría los 5 centavos por galón de gasoil importado.
Fuente: Econojournal.com.ar